Adriana... en el mar.... ><)))°>

Soy Adriana Rivera Vega, Buzo Deportivo Apnea,Instructora de Buceo Deportivo, disciplina: Caza Submarina. He sido más de 7 veces campeona regional de caza submarina, cuarta a nivel nacional, he ganado el primer lugar en diversos campeonatos abiertos de caza submarina, y en certámentes internacionales. La finalidad de este blog, es difundir mucho más este apasionante deporte submarino. AHORA TE INVITO A RESPIRAR PROFUNDO...AGUANTA LA RESPIRACIÓN Y ACOMPAÑAME EN ESTA INMERSIÓN....

24 octubre, 2006

Monumento Guerra del Pacífico, PERÚ.

Alexa Vega; Adriana Rivera; Graciela Vega.

Perú-2005.

1 comentario:

Anónimo dijo...: LAS TRES DIVAS...
SALU2 A LAS SRTAS VEGA!!!; 5:20 p. m.

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ALFONSINA. (Por Los Cuatro de Chile.)

EL LLAMADO
Todos los barcos perdidos tocaban negras sirenas cuando Alfonsina se erguía sola entre el mar y la tierra
el Atlántico soplaba su caracol de tormentas
mil capitanes fantasmas las manos en las visceras surgían ante alfonsina rígidos sobre cubierta, en sus pechos transparentes el cielo ponía estrellas, ¡Te guardamos capitana! con voz de viento dijeron
falta nos hacen tus ojos para ver en las tinieblas, perdidos vamos y mudos por un país de salmuera, la cruz del sur te daremos por insignia marinera.
Alfonsina estaba sola sobre las rocas enhiestas, el llamado galopaba por el latir de sus venas el viento la ve avanzar y aulla por detenerla caminos de espacio fresco recorre un segundo apenas y luego el mar en sus ojos, el mar en su cabellera, el mar mojando sus pechos, subiendo por sus caderas, el mar para conservarla cerrando sus verdes puertas. Alfonsina esta en el mar, isla menuda y eterna
ALFONSINA EN EL MAR
En mensajes de magnolias la espuma fue a la ribera, peces de escamas fulgentes guiaron a la viajera, sonámbula va Alfonsina por calles mudas y quietas, el agua lustra el asombro de sus pupilas abiertas, el mar agita las frágiles algas de su cabellera
Hondo país de silencio país de rosas secretas, dársena definitiva de las perdidas goletas, joyel de las maravillas que nunca tuvo la tierra Alfonsina con sus manos abrió la invisible puerta, el mar la tuvo por fin después de siglos de espera, el mar que para llamada pulso guitarras de ausencia, novia del mar Alfonsina, el mar esta poseyéndola
EL RETORNO
... Nada mas el Oceano, su profundo latir y el pulso de Alfonsina sin poderlo seguir. Un claror tiritaba sobre los astros fríos, la barca de Alfonsina por un lejano río... No sería más blanco un almendro portar que Alfonsina vestida con espuma de mar. Sobre celestes plumas la cabeza de Dios se despertó Alfonsina sin mirar y sin voz.
Junto al cuerpo yacente pusiéronse a rezar
el ángel de la aurora y el centauro del mar.
Tú la sufriente estas, anclas sin su navíola piel del infinito siente un escalofrío
...

Mar

Me meces y me agredes
con todo el enigma de tus aguas
distintas y distantes
y sin embargo tan cercanas
que me llaman por mi nombre:
“Baja, sumérgete en el cristal
de mi cuerpo cambiante,
ven a ver mis delfines
y mis tiernos hipocampos,
baila con mis pulpos y mis estrellas,
abraza el profundo silencio
de mis arenales y mis rocas”.

Y desde este alta mar
que besa tu cuerpo hoy calmo
yo espero, pienso y dudo
entre la tierra que me atrapa,
el aire que me lleva,
y el agua que me llama.

Te digo: “espérame,
dile a tus peces y a tus algas,
a tus misterios insondables,
a tus enigmas manifiestos,
que estoy preparando mi camino
para el último buceo”.

Y una brisa suave y vaporosa
acaricia tenue mis mejillas...

AZUL...

Se presenta al realizar una inmersión en alta mar, o un buceo oceánico...
No se distingue el fondo desde la superficie...
No hay en las profundidades rocas o acantilados que sirvan de referencia...
Luego, desciendo... Pierdo de vista la cadena del ancla de mi embarcación....
Me encuentro rodeada de un mundo azul...
Es como encontrarse en el centro de una gran esfera turqueza, de una espesa neblina azulada, verdemar...
Mi cuerpo no pesa,
pronto dejan de tener sentido las denominaciones: izquierda, derecha, arriba, abajo... sólo azul, azul y azul...
Azul por todas partes...
Comienza el vértigo...
Sientes los golpes electrizantes de adrenalina en tu cuerpo...
Piensas en ascender, moviendo manos y piernas, pero ¿hacia donde?...
Y finalmente, cuando estar a punto de entregarte, recuerdas el medio natural e infalible de volver al mundo exterior...
Las fieles burbujas de mi tanque de aire...
que con su continuada ascención me guían a la superficie, al retorno de la realidad.... a la tierra...
A. Rivera.